X-RAY

Esta radiografía muestra que el dedo meñique de la mano izquierda es un añadido posterior, fácilmente identificable por la ausencia de policromía original y la diferencia en la veta de la madera. Fue fijado con cola, mientras que una intervención anterior en el dedo anular empleó una puntilla. A pesar de estar radiografiada desde la palma, la imagen permite distinguir incluso el detalle de la uña.

Esta imagen radiográfica del torso de un crucificado permite ver la extensión real de la grieta visible en el hombro izquierdo, así como su conexión con una unión interna. También se identifica el sistema de engarce entre el brazo y el torso: una estructura redondeada, ligeramente más radiopaca, unida a un vástago cilíndrico que se extiende hacia el interior de la escultura.

Imagen de detalle de los pies de un crucificado y la vista radiográfica tomada desde arriba para valorar su integridad antes de la intervención por parte del conservador/restaurador. Sólo destacar los trayectos originados por la carcoma.

Imagen de detalle del torso de un crucificado donde podemos ver la policromía, algunas grietas y los orificios originados en la escultura por la acción de la carcoma.

También se aprecia en profundidad la superposición de las maderas que conforman el grueso de la escultura y una grieta extensa y profunda que involucra al hombro izquierdo.

En esta radiografía de detalle se aprecian pérdidas de policromía original en la frente, ojo izquierdo y nariz, visibles por la ausencia del pigmento con plomo. Las zonas oscuras del cabello, melena y barba no indican deterioro, sino que originalmente no llevaban pintura blanca con plomo, lo que explica su menor contraste en la imagen.

Esta radiografía revela, además de pérdidas de policromía y elementos metálicos, un hallazgo inesperado: una forma oscura similar a un “corazón” en el torso, no visible externamente. También se aprecian el veteado natural de la madera y los nudos característicos del material.

La radiografía digital permite identificar elementos metálicos internos que pueden generar grietas visibles en la superficie. En este caso, se observan dos clavos antiguos (por su morfología irregular) utilizados para unir los bloques de madera que conforman la cabeza y el cuello con el torso, especialmente en la parte posterior del cuello.

La radiografía revela el sistema de anclaje metálico que fija la escultura a la peana: una barra que atraviesa la base e ingresa por la planta del pie, recorriendo parte de la pierna. Según restauradores y conservadores, este tipo de fijación puede provocar problemas estructurales por las vibraciones que transmite a la obra.

En estas dos imágenes radiográficas se pudo llegar a la conclusión de que ambas pertenecían al mismo autor, por las características similares del soplado de los cristales empleados para los ojos que presentaban ambas esculturas, a pesar de las diferencias existentes entre las policromías de sus caras.

También se observan los huecos empleados para la colocación de los ojos.

Imagen radiográfica de detalle mostrando el ojo de una escultura. Nótese lo tremendamente blanco (radiopaco) que aparece ese elemento en la radiografía debido al elevado componente metal que lo conforma. Bien porque sea un ojo de metal (difícil, pues no dejaría ver en su interior o zona central un punto oscuro) o bien porque realmente se trate de un ojo de cristal (pues parece apreciarse el punto por el que el vidrio es soplado para darle la morfología característica redondeada) pintado con una pintura blanca rica en pigmento de plomo, muy típico de esculturas realizadas en los siglos XV, XVI, XVII o XVIII.

En esta radiografía digital se observa extensa pérdida de la policromía original de la escultura y, resaltando aún más, unos elementos metálicos actuales diseñados para el anclaje de las potencias de Cristo. Uno de los objetos metálicos parece tratarse de un resto de metal que quedó incrustado en la talla durante su intervención.

También se puede ver un detalle del ojo en el que se distingue hasta su pupila.

En esta radiografía digital de perfil se observa la unión de la tapa posterior de la cabeza, representada por una línea vertical. También podemos observar la presencia de varios elementos metálicos empleados para anclar las potencias de Cristo.

Resulta llamativo en esta talla la presencia de numerosos trayectos radiotransparentes que, según relata el conservador, son los trayectos empleados para aplicar un tratamiento específico frente a hongos.

Estas dos radiografías, tomadas de forma ortogonal entre ellas de la misma escultura, permite demostrar el elemento metálico (puntilla) empleado para sujetar la base de la lengua. En la imagen frontal, además, detectamos la zona de unión de la cabeza con el cuello y un tornillo de rosca madera que demostraría que la escultura ha sido sometida a una intervención relativamente actual.

En esta imagen radiográfica de detalle se puede observar la superposición de varias figuras sobre el mismo plano, pudiendo observar la imagen principal presente sobre el cuadro (San Joaquín), repintada sobre lo que se supone iba a ser el cuadro representando a una virgen como se pude desprender de una serie de puntos oscuros que parecen representar la corona y la virgen de perfil mirando hacia la izquierda de la imagen.

Imagen de detalle de un cuadro con una pérdida marcada y extensa de la pintura original.

Imagen radiográfica de detalle de un cuadro sobre madera en la que se pueden observar, además, de las pérdidas de pintura (representadas por las áreas más negras), los elementos de fijación y el engarce o embones entre las maderas.